La Prepa Emiliano Zapata de la BUAP: Alma mater de jóvenes escritores.

Ahí cursaron destacados jóvenes escritores como lo son: el poeta Ricardo Cartas Figueroa, fundador del movimiento ultra-costumbrista en Puebla, la poeta Karen Rojas Kauffmann con la que comparto el taller de Poesía impartido por el poeta Enrique de Jesús Pimentel en la Casa del Escritor. En formación, jóvenes mujeres como lo son: Flor Daniela Dávila una gran cuentista y alumna del COLLHI, así como Raquel Nazareth Amayo Sánchez, con quien compartí el taller de Iniciación a la Narrativa en la Casa del Escritor, taller que impartió la narradora y poeta Verónica Estay y del cual salió en el Verano de 2003 una antología de cuento y poesía de los alumnos de los talleres y se titulo: El Eco hecho Carne, la cual edite. Por eso celebro que hayan tomado la iniciativa de ofrecer los talleres de: Creación Literaria y, Cine y Literatura, como otros espacios que los estudiantes de tan hermosa prepa pedían a gritos. También egresó de ahí la diseñadora Alma Flores Becerra que está a cargo de la imagen del suplemento literario: Una Theta y de la revista literaria Periódica Literatura de la Casa del Escritor. Yo también egresé de tan glamorosa prepa.

Artículo 7º de la Constitución Mexicana.

Dice: “Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta…” bajo este derecho me amparo y cualquier acto en contra de mi opinión, por muy mínimo que sea es privarme de mi libertad que tengo como mexicano y eso sería un delito.

El aumento al transporte público. Estudiantes de la BUAP: los desprestigiadotes y los verdaderos.

Una ofensa total a los que hacemos uso diario de estos medios de traslado de un punto de la ciudad a otro. Los chóferes no son educados, manejan como si los pasajeros fuésemos ganado y no respetan las paradas ni los señalamientos de tránsito. Además las unidades están descuidadas. Cinco pesos es también el costo de un periódico de calidad enorme como lo es Diario Cambio. Cinco pesos más uno cuesta una Coca-cola de 600 ml. Señor Gobernador Melquíades Morales Flores, no cierre mal el sexenio, no autorice el aumento y en dado caso busque que también suban un poco más el salario mínimo, es una ofensa que suban las cosas básicas, pero no suban el salario mínimo al mismo ritmo. Cambiando de perspectiva los jóvenes que protestaban por el aumento al transporte público, pero ofendiendo al Gobernador, rompiendo ventanas de Casa Aguayo y mentando madres al mismo Gobernador de Puebla, quién salio a buscar diálogo con ellos. Aseguro que esos no son dignos alumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; los que si, buscan el diálogo, el acuerdo y todo con la fuerza de la palabra ya sea hablada o escrita y sin cerrar calles.

COLLHI: Lo que se dice en el patio.

Controversia causo mi comentario pasado. Y aclaro que solo ejercí mi punto de vista y de algunos estudiantes. Pero debo también decir que un amigo muy apreciado me comentó que los maestros tienen un permiso para faltar, debido a que es un derecho laboral, que se les otorga por un número determinado de años de trabajo en el COLLHI. Dicho de otra manera: es un derecho ganado con trabajo. Debo una listado de las cosas que necesitamos los alumnos del COLLHI, en columnas posteriores saldaré mi deuda, tal se basa solo en un vox populi de los alumnos. Dicho de otra forma: lo que piensan y sienten los alumnos, pero no lo expresan por dejades, por miedo o por falta de foro.

¿A qué sabe una manzana? Pagando una deuda.

En noviembre del año pasado, una estrella con cara de Diosa me lo preguntó. Algo ingenua, ¿no? Kundera lo explica mejor en La insoportable levedad del ser: “…Y es que las preguntas verdaderamente serias son aquéllas que pueden ser formuladas hasta por un niño. Sólo las preguntas más ingenuas son las verdaderamente serias. Son preguntas que no tienen respuesta. Una pregunta que no tiene respuesta es una barrera que no puede atravesarse. Dicho de otro modo: precisamente las preguntas que no tienen respuesta son las que determinan las posibilidades del ser humano, son las que trazan la existencia del hombre...” Hasta acá la cita. Desafiando a Kundera y saldando una deuda, intentaré responder. Una manzana sabe a los recuerdos de noviembre, esos que ruedan por el espejo de mi cabeza y retumban como un tambor de ritmos africanos. El crujir de una manzana, me recuerda el pacto con el diablo firmado por Eva, quien nos invitara a probar el sabor de lo prohibido. El proceso de pelar una manzana viendo como va cayendo la cáscara toda junta, a veces por partes, pero siempre lentamente; me recuerda al proceso de ir quitando la ropa de la mujer amada, siempre poco a poco y al mismo tiempo besando sus texturas que la hacen objeto de mi deseo. El jugo que suelta la manzana, se asemeja al jugo natural que brota del cuerpo de una mujer cuando se encuentra desnuda, indefensa y dispuesta a saciar sus deseos. Pero también una manzana es, como dice Sabina: Incluso en estos tiempos veloces como un Cadillac sin frenos, todos los días tienen un minuto en que cierro los ojos y disfruto echándola de menos…, no es más que el recuerdo de tener entres tus brazos a la persona que te hace reír. Es también el sabor de las palabras que no salen de la boca, por miedo. Una manzana son los poemas que escribo, que a unos gustan y para otros les falta sentimiento. Ahí esta, ya no debo nada.


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