Inventario Juvenil
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Alfredo Godínez

Zapata visto por un Craquero.

Pedro Ángel Palou García, Premio Xavier Villaurrutia 2003 por su novela Con la muerte en los puños (Alfaguara, 2003) en este 2006 entrega a sus lectores una novela histórica sobre uno de íconos más importantes de nuestra historia mexicana ubicado en la época de la revolución: Emiliano Zapata y ha sido publicada por la Editorial Planeta. El 6 de septiembre será la presentación en el patio de la Casa de Cultura de Puebla (5 Oriente # 5 Centro Histórico) a las 18:30 horas.
La cuarta de forros de este libro reza:

Es la historia de un hombre, no la de un héroe de cartón. Por vez primera se novela íntegra la vida de Emiliano Zapata y se le presenta al lector el complejo calidoscopio de sus hazañas, sus dudas, sus batallas. Zapata es una novela histórica de impecable factura en la que –valiéndose de la estructura y la noción de la verdad y de historia del corrido mexicano-, Pedro Ángel Palou se encara con una de las figuras centrales de la historia de México. De esa lucha entre el narrador y el jefe del Ejército Libertador del Sur emergen páginas cortadas a machete y oras más a cincel, como talladas en la dura piedra de los montes de Morelos.

La invitación está hecha, no falte. Un libro muy ad hoc a estos tiempos donde se huele en el aire un clima pesado, un viento a revolución.
A continuación parte del fragmento de la novela que publicó el sábado pasado el Universal en su suplemento cultural del sábado: Confabulario:

Empieza a establecerse una agria correspondencia entre Madero y Zapata. El del sur escribe:
Si la revolución no hubiera sido a medias y hubiera seguido su corriente, hasta realizar el establecimiento de sus principios, no nos veríamos envueltos en este conflicto. Yo, ni por un momento he dudado de que usted sostendrá los principios por los cuales el pueblo mexicano derramó su sangre y en la cuestión a que en este momento me refiero tengo fe y la he tenido siempre en que usted evitará el derramamiento de sangre que se prepara contra nosotros.
El del norte contesta que volverá a Morelos a pesar de las noticias de que su vida peligra si se entrevista con Zapata.
Emiliano es un hombre casado cuando recibe a Madero quien lo llama integrérrimo general. Mientras esta última entrevista ocurre, Victoriano Huerta avanza hacia Yautepec dispuesto a reducir a Zapata hasta ahorcarlo. Las cartas están echadas.
Está harto de oír que los pelones federales los llamen bandidos comevacas y que los guacamayos de la capital le apoden Atila, peligro social, aparición del subsuelo que quiere borrar la superficie.
Ya se lo había dicho a los suyos. No capitularía y se iría de México. Quería una ley agraria, el retiro de Figueroa y el nombramiento de Raúl Madero en Morelos. Nada más.
Perdono al que mata o al que roba porque quizá lo hacen por necesidad. Pero al traidor no lo perdono, les decía a los suyos, y luego contaba siempre la misma historia acerca de un trabajador de las cercanías de Anenecuilco que tenía en su casa un perro para cuidar la casa.
Los demás lo escuchaban como si fuese la primera vez. Era un perrazo amarillo, así de grande, con orejas pachonas y largas. En cuanto el animal escuchaba a los coyotes chillar salía a perseguirlos a todo correr. Cuando el perro regresaba su dueño le decía a su mujer que echara unas tortillas como premio, bien se las había ganado cuidando a las gallinas.
Emiliano calla, toma un poco de café de un pocillo de peltre y sigue su relato. Una vez los coyotes se acercaron tanto que cuando el perro amarillo salió a perseguirlos corrió el hombre tras él pa ver si siquiera había cogido uno. Cuál será su sorpresa al ver debajo de un huizache al perro y los coyotes comiéndose alegremente una gallina. Ese perro amarillo era un traidor. Tanto que los coyotes huyeron al ver al hombre y el animal siguió comiendo. Fue sacando entonces su machete y le abrió la cabeza de un solo golpe.
Así haré yo con todos los traidores, faltaba más.

Este fragmento pertenece uno de los capítulos centrales de la novela que habla sobre el encuentro entre el caudillo del sur y Francisco I. Madero.
Con esta novela Palou García demuestra una vez más su capacidad como un prolífico escritor que igual puede hablar de la historia de una generación literaria, de la vida de un boxeador y ahora de un revolucionario mexicano del que muchos han hablado en discursos políticos, pero del que nadie se había atrevido a convertir la vida de un mítico personaje en una novela.
Una obra que debe ser leída para comprender a un personaje, emblema de muchas luchas sociales a veces por moda y otras por ideología, siempre presente en cada movimiento que busca una igualdad ya social, ya económica.

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Es extraño andar por el conjunto de edificios del centro que conforman parte de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP sabiendo de antemano que el Colegio de Antropología se ha mudado a C. U.
Una felicitación a nuestro querido Rector-BUAP Enrique Agüera Ibáñez quien presentará la siguiente semana su libro Liderazgo y compromiso en un hotel de San Ángel de la Cd. de México y que fue una coedición de la UNAM y Porrúa.
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Alfredo Godínez

Con cariño para la entrañable Jenny Kim por su reciente cumpleaños y por el recuento con amigos de antaño que se dio el lunes pasado.

Por qué apoyar al plantón de AMLO.

En el blog: El perseguidor (http://hectorpons.blogspot.com) de Héctor Pons encontré el siguiente texto en el cual da sus razones para apoyar el plantón de AMLO, por cierto trabaja en la librería El sótano de Bellas Artes, donde hay como seis campamentos de AMLO. Aquí el texto:

En El hombre rebelde Albert Camus se pregunta ¿Que valor tiene un hombre que a todo dice si? La rebeldía, explica, es un valor indispensable para el desarrollo de toda persona y de toda sociedad. La rebeldía es necesaria para cuestionar la realidad y empujar hacia el progreso. En ese entendido, me manifiesto como simpatizante de casi cualquier manifestación de rebeldía. Sobre todo si la manifestación es inteligente. Simpatizo con izquierdosos, renegados, marginados, excluidos, contestatarios, rojillos, etc., etc. No es sorprendente, entonces, que simpatice con el plantón de AMLO. Sin embargo admito que:
1. AMLO ha descalificado a toda Institución, se llame esta como se llame. Le ha dado montón de municiones a sus oponentes para que estos lo sigan calumniando. Ha decepcionado a aquellos de sus simpatizantes que se ven afectados por el plantón y, por último, al jugarse el todo por el todo, está corriendo el riesgo de quedar totalmente fuera de la escena política y, por tanto, de hacer algo trascendente por el país.
2. En efecto el plantón está afectando a comerciantes, transportistas y transeúntes de Reforma, aunque de ninguna manera las pérdidas comerciales corresponden al grado que nos dicen los medios.
Dicho lo anterior:
Creo que el plantón es necesario y lo apoyo. Quizá no hubo fraude en el sentido de que se manipularon los votos. Quizá ganó Calderón. Pero el plantón ya no tiene que ver con las elecciones. El plantón va más allá. Mucho más allá.
Se equivocan quienes piensan que el plantón altera, divide y jode al país. No. El país ya está alterado, dividido y jodido. El país está lleno de gente sin recursos, sin educación, sin oportunidades, sin futuro. Y por eso se manifiestan
Aquellos a quienes tantas almas políticamente correctas llaman bola de nacos, son personas que solo reclaman una vida más digna. Es gente que se merece toda la admiración, porque en estos momentos puede estar bajo la lluvia, porque no ha dormido ni comido bien a lo largo de estas semanas o peor, a lo largo de toda su vida. Mientras, nosotros estamos pendejando por Internet
Que si la gente del plantón juega ajedrez y fútbol ¡que bueno! No sé que quieren ver los que se quejan de ello ¿armas, violencia, muertos? En serio no entiendo.
Que si el plantón se sostiene, en parte, de nuestros impuestos ¡que bueno!. Yo prefiero mil veces que el dinero de mis impuestos se gaste en desempleados y no en más mansiones para el cerdo de Montiel, o en más viajes para los diputados. El dinero de los partidos, es, de antemano, dinero perdido. Y en este caso, de lo perdido lo recuperado
En definitiva, el plantón no es un problema para el país, el plantón es una consecuencia de los problemas del país. El plantón está para recordarnos, un poquito, que estamos de la chingada. Qué bueno que haya gente como AMLO y quienes están allá afuera con él, que tienen los huevos de enfrentar cualquier situación para recordarnos que este país tiene muchas deudas internas y que sin duda, se merece una realidad mejor.
Anteriormente dije que el plantón estaba de la chingada,. Corrijo, lo que está de la chingada es que necesitemos del plantón, que estemos tan atrasados que haya necesidad de salir a las calles, porque la política, lo legal y lo institucional no sirven para lo que deberían. Siendo así las cosas, los del plantón son libres de manifestarse durante los 6 pinches años que nos esperan.

Otra visión que seguramente nunca sacara algún medio de nivel nacional por no ser de los intereses oficiales.
Mientras escribo esto es triste ver como policías federales agraden a diputados del PRD y lanzan balas o granadas dispersadotas para defenderse de algo inexistente, es cierto hubo agresión a mano limpia por algunas personas que sólo buscaban protestar, están en su derecho constitucional. Es triste ver que la fuerza policial está apareciendo para evitar protestas. Eso sólo va a prender más la mecha. Que triste. Estamos jodidos. El PAN se aferra al poder, Calderón cada vez más triunfalista y separatista del pueblo. Un AMLO que no ve para cuando, cansado, sin fuerza ya. Pero nunca convocando a una guerra como nos lo quieren hacer ver. Ahora resulta que nadie puede protestar en el informe presidencial. ¿Acaso el PAN no se acuerda que eso hacían cuando eran oposición? La amnesia en el país es dura.

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Qué se puede escribir ante un reencuentro enmarcado por la poesía, la trova y la amistad. Un lunes de recordar tiempos inolvidables y rememorar noches de bohemia, pero también de amores fortuitos, y por qué no, aquellos presentes por ser la huella del fracaso amoroso convertido en canción, en poema o simplemente ahogado en una copa de vino o aliviado momentáneamente por una canción.
Un abrazo pues para aquella amiga que vino en busca de un futuro y no sabía que iba a cambiar la vida de muchos.

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