El bueno, el malo y el innombrable.
Al primero lo describen sus textos, sus mini-ficciones: No volvió a verla. Ella tampoco. Y estaban tan irremisiblemente lejos el uno del otro que decidieron amarse profundamente. Otra: La primera vez que recibió un fresco ramo de flores, yacía plácidamente tres metros bajo tierra. El autor de los anteriores textos se hace nombrar Leonardo Ávila, al que seguramente las letras poblanas le estarán guardando un lugar. Orgullo es tenerlo como un amigo, un similar y un compañero de armas. Por cierto, es un estudiante del COLLHI y alumno de buen promedio. El tercero sólo lo describiré como un “artista” que se la vive en el único lugar donde sirven Té de Hierba Mate en su matero correspondiente y que parece centro de adoración a Julio Cortázar (por cierto, lugar que es bueno que rinda un homenaje poblano a dicho escritor, pero seguramente Cortázar no concordaría con la idea de que un café parezca centro de adoración hacia él), bueno este innombrable ser piensa que el humanista no aspira a llegar a ser superhombre, pero ¿dónde queda entonces Nietzsche con su filosofía acerca de eso?, según recuerdo tal ser que ronda por el COLLHI, llegó a comentar que uno no puede dominar todos los temas, eso es más que cierto pero ¿dónde acomodamos a gente como Monsivais, Dehesa, Poniatowska y demás escritores que frecuentemente aparecen en la televisión comentado de todo tipo de temas? Si un humanista no aspira ni se siente capaz de hablar o al menos de intentar hablar de cualquier tema, no se entonces qué hace metido ahí. Por cierto, el innombrable dicen unos que se parece a Arjona ¿será por el físico o por la falsedad? El segundo que aparece en la lista, soy yo y nadie más que uno mismo porque seguramente no faltara quien lo piense. Además, no siempre puedo tener contentos a todos. ¿No cree? ¿Usted que opina?
¡Que alguien nos libre de los Bernat! ¡Ya dejen al Puebla!
Tristeza siente uno al ver como un equipo que era respetado en el ámbito futbolístico de México, ahora no es más que un equipo barco. Los culpables son en primera instancia los Abed, pero los ganadores al directivo idiota de todos los tiempos, son los hermanitos Bernat, no sólo se han quedado pobres, sino que además han jodido al Puebla en todos los ámbitos. Para colmo, con ellos hemos tenido más directores técnicos empleados y cesados que cualquier otro equipo de la primera división. Pero la mentada de madre mayor nos la dieron días atrás al haber despedido al único técnico que le dio personalidad, juego y presencia en la cancha, y me estoy refiriendo a Ignacio Palou García, quien fue cesado tras haber tenido un mal inicio de temporada, pero sin duda la culpa no fue de él, sino de los jugadores inútiles que se sienten vedette´s del fútbol. Sin duda, la mayor desgracia nos la hemos llevado con esos hermanitos. Por cierto, con Palou el Puebla tenían juego, este domingo sin Palou, no tenían idea de nada, parecían adolescentes aprendiendo a jugar fútbol. Tres peticiones hago al Sr. Gobernador Mario Marín Torres, él prometió que iba a apoyar al Puebla, bueno entonces ahí van las peticiones de un aficionado: 1) El Puebla lejos de las manos de los Bernat, propongo el regreso de Emilio Maurer. 2) Regresen a Ignacio Palou al frente del Puebla y 3) Que Televisa deje de transmitir al Puebla, que regresen con Tv Azteca. Lo digo yo, pero seguro lo piensan muchos.
Un Poema.
Hace unos días atrás el autor de Lumbre Oscura llegó a la mitad de los años que vivirá en este mundo. Un día en su oficina estábamos Alma Flores, Roberto M. Garcilazo y el autor de esta columna y comentamos acerca de lo que cada uno pensaba sobre el acto de leer poesía en público, de esa plática se me ocurrió escribir un poema, el cual dedico a tan honorable amigo: Joven, Señor/lleve, lleve, lleve/calientito/nuevecito/recién salidito del horno/un poema/pa’ su novia, pa’ su puta/pa’ su madre o pa’ su vieja. /Precio único/llévese cinco/y pague dos/a solo dos varos. /Yo también me prostituyo./Como cuando me acuerdo/a veces duermo. /Nunca entiendo a las mujeres,/pero qué bien me besan. /No escribo por fama/pero leo ante el público/cuando puedo y quiero. /Yo también me prostituyo;/a un peso el poema,/la dedicatoria. Aclaro que ya pasó revisión en el taller de poesía que tomo en la Casa del Escritor, impartido por otro ilustre amigo, el poeta Pimentel.
Otra mini-ficción de Leonardo Ávila.
La televisión es yo y yo soy la televisión. Me enciendo y ella me mira. Me cambio de canal y ella decide si me deja ahí. Ella me conecta y yo siento la efervescencia del voltaje. Ella me apaga y desaparecemos las dos. Bien podría aplicarse para todo aquel fan de Big Brother y la Academia, que han regresado para entretener a muchos mexicanos y así poderlos distraer de las tranzas que no tardaran los políticos mexicanos en hacernos. . Mejor lean un libro o vean por el Canal 22 de CONACULTA, el programa La Dichosa Palabra, ese si cultiva.
« back home