El inútil de Montiel Bonilla.

Viernes 10 de febrero del año en curso. El simulador, trepador, inútil remedo de Secretario de Cultura Alejandro Montiel Bonilla hizo gala de su incapacidad.
No dijo nada. No respondió. Sólo dictó un choro mareador que seguramente ni él mismo entendió.
Algo fue claro: la Cultura no es su prioridad, pero si ganar dinero a expensas de ella. Le vale madres la OSEP (la cuál desapareció), el FIP, pero sí le interesa publicar libros con un costo espantoso e innecesario.
Los diputados no lo tomaron en serio. No llamaron al orden a nuestro amo de las bombillas, por no responder e irse por la tangente, quizá porque ellos mismos sabían que su futuro está acabado.

Las preguntas que no respondió:
¿Cuál es el monto anual de aportaciones de la IP?
¿Cuál es la razón por la cual no ha convocado a la conformación del Consejo Estatal de Cultura pese a que la Ley de Fomento Cultural lo ordena?
¿De que manera se distribuye, programa por programa, el presupuesto anual de la Secretaria de Cultura?
¿Por qué no existen los siete centros culturales regionales que prometió en su programa de trabajo?
¿Por qué razón privatizó los derechos editoriales del libro “Las Calles de Puebla”? ¿Por qué abandonó el Festival Huey Atlixcayotl y dio un excesivo apoyo económico a los Premios Oye?
¿Por qué desapareció la Orquesta Sinfónica de Puebla?
¿Cuáles fueron las acciones culturales realizadas en los municipios de alta marginación?¿Por qué las actividades culturales se concentran únicamente en la ciudad de Puebla?¿Qué actividades realizan las Casas de Cultura distribuidas en el territorio estatal?

Reporteros gráficos preocupados por la Cultura en Puebla, portaban en sus playeras blancas una protesta con la leyenda: Bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla… ¿y la Cultura cuándo? Y Montiel Bonilla sólo supo sudar, jugar con sus manos, frotándoselas, pensando que de ahí iba a salir el mago salvador para concederle tres deseos: 1) que no me despidan, 2) que no me acribillen los diputados y 3) que Sampedro y los medios de comunicación perdonen su torpeza natural.

En el fondo del escenario del H. Congreso del Estado y la derecha de Montiel Bonilla, estaba la terna que desea ocupar el lugar del inútil: Miguel Campos, Ramos Brito y Durá Durá. En su mente, mientras Montiel no se cansaba de decir nada, ellos, seguramente decían: ¡ya me veo, ya me veo como Secretario de Cultura!

Desde una puerta lateral al escenario principal, donde se encontraba balbuceando Montiel Bonilla, se asomaba la mirada inquisidora de Nora, la ineficaz secretaria de la Secretaría de Cultura, su trabajo: localizar a los enemigos de Montiel Bonilla y fue feliz, cuando pudo ver en las galerías del recinto a Sampedro acompañado por el que esto escribe. Tenía una risa de oreja a oreja. Su trabajo se había cumplido. El fin, quién sabe. Quizá emprender pronto una campaña contra Sampedro.

Nuestro eficaz Secretario de Cultura no dijo más tonterías por falta de tiempo. Pero no seamos crueles, dicen que buscaba el premio guinness en decir el mayor número de tonterías dentro de un recinto histórico, el fin: promover a Puebla a nivel mundial en el plano turístico.

Buscando en mis extraños gustos musicales y suponiendo que la Cultura fuera de carne y hueso, la canción que esta fémina le dedicaría este 14 de febrero a su amado amante, sería:
Rata inmunda, animal maldito,/ escoria de la vida, adefesio mal hecho./ Infrahumano, espectro del infierno,/ maldita sabandija, cuanto daño me has hecho...

Inventario sentimental

Feliz 14 de febrero querido lector, ojalá y la pase en compañía de sus seres amados.
Y un abrazo sincero y de corazón a todos mis amigos y amigas que ya se verán reflejados en estas líneas cuando las lean. Desde Cuernavaca pasando por la Cholula y llegando hasta el Perú.

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