Inventario Juvenil
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Alfredo Godínez

Feria Internacional del Libro
(II Parte)        

                                                                Decir que el libro es una necesidad suena bien,
pero es una frase retórica.
José María Espinasa

Luna llena en las rocas ¿con coca-cola? o ¿con tequila?

A Viry por compartir el noctambulismo.

Era viernes segundo día de permanecer en la perla tapatía sin probar tequila y casi sin dinero. Por la tarde-noche había que ir a ver al experto en aparecer y desaparecer dinero, al menos sus personajes se dedican a gastarse todo el dinero que vean en sus manos. Antecedido por un Jorge Kahwagi que brilló por su ausencia, así lo ha de hacer en la Cámara de Diputados, pero eso sí, está bien puesto para salir comentando sobre The Contender en Tv Azteca. Quiero entender que como pelea, escribe. Y mucho antes hubo una conferencia llamada: Narrativa peruana: testimonios; donde participaban Alonso Cueto (Grandes miradas. Editorial Anagrama, España 2005, y Valses, Rajes y Cortejos. Editorial PEISA, Lima 2005); Luis Nieto Degregori (Fuego del sur. 1990, La ciudad sumergida. 1992, Señores destos reynos. Editorial PEISA, Lima 1994, y Nosotros los cuzqueños. Visión de progreso del poblador urbano del Cuzco, 1997); Carmen Ollé (Las dos caras del deseo, 1994, Pista falsa. Editorial El santo oficio, Lima 1999, y Una muchacha bajo su paraguas, Editorial El santo oficio, Lima 2002); Oswaldo Reynoso (Luzbel 1955, Los inocentes o Lima en rock 1961, En octubre no hay milagros 1966), este escritor produce sus propios libros y por ello los vende según el lector pueda pagar y por último Fernando Iwasaki (Neguijón. Editorial Alfaguara, Madrid 2005, Ajuar Funerario. Editorial Páginas de Espuma,  Madrid 2004 y Un milagro informal. Editorial Alfaguara,  Madrid 2003). Este último considera a estos escritores que lo acompañaron como unas voces perfectamente representativas del Perú y muy valiosas.
Ocho de la noche turno de Xavier Velasco quién saliera vestido de  camisa y saco negro, un moño bastante coquetón color morado, pantalón gris (arrugado), calcetines blancos con rayas en negro, zapatos negros (boleados) y desde luego con su Coca-cola en mano. La presentación fue un show a modo de monologo, dirigido a un público que iba de los 60 a los 15 años, todos riendo a morir con cada comentario chistoso del autor de Diablo Guardián. En una hora nos narró o platicó sus experiencias al escribir su libro de crónicas Luna llena en las rocas, que lo llevaron de ver a Paquita la del Barrio cantar, a un antro gay. Este libro es una reedición con tres crónicas nuevas anexadas y unas correcciones extras a las ya publicadas anteriormente por Cal y arena. Sin duda Velasco sigue cautivando a propios y extraños, no hay persona que no se identifique tanto con los personajes creados por él, como con su discurso. Velasco vive como escribe y viceversa.

Las enseñanzas de la FIL-Guadalajara 2005 Decir que el libro es una necesidad suena bien, pero es una frase retórica. Leer no es una necesidad como beber agua o comer; tiene algo –es cierto- de necesidad social, pero ha habido –y parece que en el futuro los habrá- sociedades analfabetas que funcionan bien. Puede también ser una necesidad creada: los padres, el medio, un maestro, un amigo, nos inculcan una afición que se vuelve hábito y hasta vicio. Parte de un artículo de José María Espinasa llamado Leer y que aparece en un libro de compilación dedicado precisamente a elogiar a éste. He citado ese fragmento porque precisamente es algo sorprendente el efecto que causa la FIL en la chaviza, pues por muy increíble que parezca, todos los chavos e inclusive niños entran a la FIL con gusto y se quedan en presentaciones y conferencias por iniciativa propia, no hubo joven que no saliera con libro en mano. Todos compraban. Otra cosa a destacar es el compromiso de la Universidad de Guadalajara y las empresas locales con la cultura. La FIL no sólo es una oportunidad para conocer a tu escritor favorito, ni para comprar el libro que tanto buscabas y no hallabas en las  librerías y menos comprar sin parar los libros en descuento. Es sí un homenaje anual a un país o una ciudad que haya generado grandes escritores y para dar a conocer a nuevos escritores, es también un gran afán por crear lectores. Que mejor que el contacto físico con el libro, poder ojearlo y hojearlo teniendo como incentivo que probablemente en unas horas o el siguiente año te lo pueda firmar el propio autor. Ahora fue a Perú, el siguiente homenaje será para Andalucía. Sin duda, ferias como estás hay que aplaudirlas porque hacen lectores o al menos probables lectores. Con ferias así uno empieza a creer que el libro se ha vuelto una necesidad. Bien lo dijo Xavier Velasco en su artículo del lunes 5 de diciembre: Luego de sumergirse entre tumultos de lectores y autores confundidos en una complicidad, no es fácil despertar de tanta y tan delirante ficción. Por favor, no me despierten.

Numeralia 2005 de la FIL Público asistente 494,388; Editoriales 1,614; Países representados en editoriales 39; Asistentes a FIL-niños 79,868; Escuelas en FIL-niños 138; Actividades infantiles 2,226; Espectáculos infantiles 167;  Actividades de FIL-Joven 37; Premios y homenajes 11 y Actividades del país invitado de honor 81.

Inventario Sentimental del año 2006 sirve para agradecer en especial y a un año de Inventario Juvenil a Lic. Mario Alberto Mejía, Dr. Arturo Rueda, Zeus Munive, Edmundo Velásquez, Dr. Pedro Ángel Palou García, Dr. Ignacio Padilla, Dr. Jorge Volpi, Xavier Velasco, Lic. Roberto Martínez Garcilazo, Verónica Estay, Juan Carlos Canales, Juan Gerardo Sampedro, Enrique de Jesús Pimentel, Atala Solorio, Miguel Maldonado, Mabel Aguilar, Jaime Mesa, Jaime Torreblanca, Yussell Dardón, Maria Auxilio Spezzia, Carlos Alatriste, Elmer Sosa, Mario Martell, Martín Corona, Jenny Kim, Israel Aguilar, Viridiana Carreto, Adrián Mellado, Héctor Sánchez, Alma Flores, Lynda Sánchez, Conrado Zepeda, Andrea Garza, Liliana “la jarocha”, Rosa, Abigail Martínez, Alicia Castañeda, Pamela Vásquez, Italia Vázquez, Analine García Torres, Ana García Saravia, Xóchitl Hernández, Marisol Aguilar, Teresa Moreno, Michel González, Alba Lucía López (Sonora), Graciela Rodríguez (Saltillo), en fin a todos ellos por ser mis constantes cómplices con quienes he compartido un recorrido (y lo que falta todavía). Y desde luego a usted querido lector. Por supuesto también a todos ellos con los que comparto el mismo apellido.